1. Visita y utiliza los sitios de “contactos personales” para encontrar a tu pareja ideal. Los más populares en la actualidad son amigos.com y sexyono.com entre muchos otros sitios en Internet que han proliferado por la necesidad incesante de no sentirnos solos. Pero no olvides tomar tus reservas. El objetivo es entretenerse, siempre salvaguardando nuestra integridad y dignidad humanas.
3. La regla de oro es que te sientas cómodo con tus romances virtuales. La diferencia entre un ligue a través de la computadora y uno cara a cara es mí­nima. Igual de precavido que sos cuando conoces a alguien en el mundo real, tenes que serlo en el ciberespacio. Resulta fundamental no enamorarse a la primera, sino hasta agotar todas las instancias para el conocimiento del otro. Luego del encuentro virtual, viene el presencial, no lo olvides que es el más significativo.
4. Para empezar, definí­ bien cuál es tu propósito, es decir, qué tipo de relación buscas. Sé claro al respecto y exigí­ claridad del otro. ¿Sólo sexo? Decilo con confianza y espera que el otro esté de acuerdo. Aunque se sabe de casos extraordinarios donde las personas encuentran al amor de sus vidas a través de la red, no pienses que será tu caso. Mejor divertite y si ocurre algo fantástico con alguien, ya será ganancia.
5. La mayorí­a de los servicios de Internet de contactos personales ofrecen búsquedas detalladas. Ingresa entonces la mayor cantidad de datos tuyos para recibir mensajes y peticiones de las personas adecuadas. Es básico que te describas, pero sobre todo a quién buscas; tus intereses y pasatiempos, lo que aspiras en la vida y también lo que has logrado. Sé creativo, auténtico y verí­dico: se vos mismo. Nunca sabes cuando terminarás conociendo cara a cara a tu ligue, así­ que eví­ta confusiones posteriores. Lo más bochornoso es encontrar a alguien que resulta no ser lo que decí­a, no sólo en la cuestión fí­sica, sino también en los demás aspectos que son los que más importan: personalidad, educación, cultura, cí­rculo social, sentimientos, etc. no significa que tenes que compartir datos personales desde el principio, sino hasta que te sientas con la suficiente confianza.
6. Tu correo electrónico alternativo puede ser el primer dato que proporciones. Si enseguida proporcionas tu e-mail principal, puede ser que al rato tengas que cambiar de correo por ser bombardeado de mensajes no solicitados o indeseables. Ya después, con más confianza podes comenzar a dar más información: número telefónico (móvil, de preferencia), nombre y por dónde vivis (no la ubicación exacta).
7. Tu fotografí­a es quizá el elemento más importante. No tenes que ser un adonis para ser un conquistador de la red. Con los avances tecnológicos bien podes tener tu portafolio fotográfico de calidad, el Photo Shop siempre ayuda en este objetivo. Elige una imágen que refleje lo que sos, sin poses ni disfraces; autenticidad es lo que la mayorí­a de la gente busca. Una fotografí­a que destaque tu lado bueno, no aquella de la escuela, mucho menos de la licencia de conducir que son las peores.
8. Después de establecer todas las formas de comunicación indirectas, espera a que sea el otro quien proponga una conversación telefónica. Para llegar a este punto es porque definitivamente estás muy interesado y cierto de que podrí­a ser la persona adecuada. Si no queres que te hable, una buna opción es que vos marques su número telefónico. Presta atención a quién contesta la llamada y los ruidos de fondo que se escuchan. ¿Coinciden con lo que sabes de la persona?
9. Por fin decides encontrarte con tu romance virtual. Es ahora donde debes tener más cuidados. La primera vez, acuerden verse en un lugar público y si alguien conocido tuyo sabe de la cita, mucho mejor. Lleva con suficiente dinero y forma de comunicarte. No es que la red esté llena de sicóticos, pero más vale tomar precauciones. Ahora que si lo tuyo es el riesgo y el gusto por lo desconocido, adelante.
10. Lo primordial es que no te confundas. Si sabes lo que queres, seguro lo vas a encontrar. No busques sólo sexo, si en realidad queres compañí­a; no propongas una relación duradera cuando de verdad queres un revolcón. Tampoco aceptes nada que no estés dispuesto a corresponder, así­ evitás frustraciones propias y extrañas. Con sentido común y un poco de suerte, tu búsqueda será efectiva.

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