Un día se reunieron todos los animales para quejarse del comportamiento de los humanos.
— A mí me roban mi leche — protestó la vaca.
— Y a mí, mis huevos — dijo la gallina.
— A mí, me matan para robarme mi carne y mi tocino — se quejó, indignado, el cerdo.
— Y a mí me persiguen para robarme mi grasa — replicó furiosa la ballena.
— Yo tengo una cosa que no pueden robarme aunque quieran — afirmó el caracol —. Tengo tiempo.
Cuento de origen desconocido.