Se denomina Chi, a ciertas ondas de energía que cruzan y recorren constantemente nuestro ambiente , capaces de modificar el clima, el animo y las situaciones de un modo critico , para bien o para mal, dependiendo del correcto o no paso de dicho flujo energético.
El Feng Shui propone controlar la circulación del Chi a nuestro favor, en dicha practica se reconocen tres tipos de Chi diferentes:
Chi Celestial:
Es un tipo de energía cósmica, celestial que se extiende de tal modo, que mantiene al universo en función, interviene en el clima, en la luz del sol, la lluvia y todo tipo de fenómenos atmosféricos, superando de lejos la capacidad del hombre, siendo una energía incontrolable por éste. Las ciencias astrológicas encuentran una base importante en el Chi Celestial, además.
Chi de la tierra:
Es la energía que proviene de cada elemento del ambiente que compartimos, así sea algo natural como las montañas o los árboles, o algo construido por el hombre que ocupa su propio espacio.
Chi Vital
Es nada más y nada menos que la energía propia del ser humano, con la que nace y muere. Es posible desarrollar dicha fuerza hasta extremos impensados, mejorando nuestra salud, influyendo en nuestro sistema nervioso y espiritual de manera dramática.
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