Le aconsejaría que mirase más
a la fama que a la hacienda;
porque la buena mujer no
alcanza la buena fama
solamente con ser buena,
sino con parecerlo;
que mucho más dañan a las
honras de las mujeres las
desenvolturas y libertades
públicas que las maldades secretas.
Miguel de Cervantes
Dichoso el que no ha
conocido nunca el sabor de la fama;
tenerla es un purgatorio;
perderla, un infierno.
George Bulwer Lytton
Lo bueno de ser una celebridad
es que, cuando la gente
se aburre contigo
piensa que la culpa es suya.
Henry Kissinger
Lo único peor que la
mala salud es la mala fama
Gabriel García Márquez
Seré rico si puedo
guardar mi buen nombre.
Plauto
La fama es un efluvio;
la popularidad, un accidente;
las riquezas, efímeras.
Sólo una cosa perdura;
el carácter.
Horace Greely
La conciencia de un
hombre recto se ríe de
los engaños de la fama.
Ovidio
Una celebridad es una persona
que es conocida de muchas personas
a las que se alegra de no conocer.
Henry-Louis Mencken
La popularidad es la
gloria en calderilla.
Victor Hugo
Señal de tener gastada la
fama propia es cuidar de
la infamia ajena.
Baltasar Gracián
La reputación es
un espejo de aumento.
Thomas Fuller
Una onza de buena fama,
vale más que una libra de perlas.
Miguel de Cervantes
La fama, juicio ajeno que
anteponemos al nuestro.
Salvador Euras
Algo debo haber hecho mal
o no sería tan famoso.
Robert Louis Stevenson
La fama es como un río que
lleva a la superficie los cuerpos
ligeros e hinchados, y
sumerge a los pesados y sólidos
Bacon
La fama de las mujeres
se regula, como la de
los médicos, por las
visitas que tienen.
Ramón de la Cruz
Que hablen de uno es espantoso.
Pero hay algo peor: que no hablen.
Las buenas reputaciones
están hechas con nada.
Oscar Wilde
No preocuparse en absoluto
de lo que la gente opina
de uno mismo,
no sólo es arrogancia,
sino también desvergí¼enza.
Cicerón
La presencia disminuye la fama.
Claudio Claudiano
La fama es la suma de los
malentendidos que se reúnen
alrededor de un hombre.
Rainer María Rilke
A la gloria de los
más famosos se adscribe
siempre algo de la miopía
de los admiradores.
Georg. C. Lichtenber