Esta técnica adivinatoria amorosa consiste en la provocación de sueños proféticos por medio del uso de herramientas o la realización de acciones determinadas antes de dormir. El más empleado es la colocación de ciertos objetos o plantas como el trébol de cuatro hojas, el llantén, el tulipán, la milenrama, la margarita o el laurel debajo de la almohada.
Las preguntas sobre la futura vida amorosa deben formularse antes de quedarse dormido y las respuestas serán reveladas en los sueños de esa noche y los días, por excelencia para realizar este ritual son la noche de San Juan y el día de San Valentín.
En la noche de San Juan, se debe recoger las flores o ramas pequeñas de nueve plantas distintas (no necesariamente las enumeradas arriba). Luego se colocan debajo de la almohada y se duerma sobre ellas. Se soñará con su futuro amor.
En cuanto al día de San Valentín, se debe obtener dos hojas de laurel. Luego se rocía con agua de rosas y se sitúa, cruzadas una sobre la otra, debajo de su almohada. Al acostarse por la noche, se debe decir en voz alta lo siguiente:
Buen Valentín, conmigo sé gentil, en sueños déjame ver a quien he de querer.
Esa noche se tendrá un sueño donde se podrá observar el rostro del futuro cónyuge.
Otra técnica adivinatoria amorosa que involucra los sueños consiste en contar, durante siete noches consecutivas, siete estrellas. Vaya a la cama. La séptima noche se verá en sueños al hombre o mujer con quien se habrá de casar.
Con cáscaras de dos limones se puede, a través de sueños, adivinar si somos amados. Para ello se debe poner en un trozo de tela común estas cáscaras y luego se debe deslizar este paquete en su ropa de dormir. Si sueña a su amor regalándole dos limones, con seguridad lo ama.
OTRAS FORMAS ADIVINATORIAS
Los sueños
Papel
Manzana
Hojas de albahaca
Paja
Margarita
Muérdago
La Catarina
El bulbo del amor
Lunares
Agua
Hojas de Te
Tecnicas Adivinatorias
Domino