Cordero de Dios dispuesto para el sacrificio
Corderito Manso que en el altar estás, vence a mis enemigos
que contra mí estén, que mi corazón encarne en el de él, como encarnó
Jesucristo, mandó y a San Lazaro venció, como no he de vencer yo a este enemigo
traidor, con dos te miro, con tres te agarro, con la sangre de Jesucristo el corazón
le parto.
que contra mí estén, que mi corazón encarne en el de él, como encarnó
Jesucristo, mandó y a San Lazaro venció, como no he de vencer yo a este enemigo
traidor, con dos te miro, con tres te agarro, con la sangre de Jesucristo el corazón
le parto.
A mi enemigo veo venir con ojos vendados y los brazos
inutilizados, sangre de Jesucristo me pide y yo no se la he de dar, yo te pido
gran Señor que me lo traigas, que me lo has de traer rendido a mis pies,
vencido y desanimado; tienes fuerza para vencerlo, si algo del diablo intentan
contra mí, no se lo permitirás; si a la justicia fuere, no ganará, si a
defensores pusiere, todos se negarán. Como el cordero estarás ante mí, al mirar
mi presencia todos se desmayarán. ¡Amén!
inutilizados, sangre de Jesucristo me pide y yo no se la he de dar, yo te pido
gran Señor que me lo traigas, que me lo has de traer rendido a mis pies,
vencido y desanimado; tienes fuerza para vencerlo, si algo del diablo intentan
contra mí, no se lo permitirás; si a la justicia fuere, no ganará, si a
defensores pusiere, todos se negarán. Como el cordero estarás ante mí, al mirar
mi presencia todos se desmayarán. ¡Amén!
Tres aves maría y tres gloria al padre.
Fuente: cristo en sangre