Alégrense los montes y los valles,
repiquen las campanas sin cesar,
la Virgen de la Sierra nos
bendice,
bendice,
con gracias de divina claridad.
¡Digamos su pureza inmaculada,
cantemos alabanzas en su honor,
y sean nuestros cantos mensajeros,
de nuestra fervorosa admiración!
Virgen de Gracia, Virgen María,
líbranos siempre de todo mal.
Tiende tus brazos amparadores
a quienes tiemblan de amor filial.
¡Virgen bendita, mira a tus
plantas,
plantas,
a los que imploran tu bendición!
Da a los que sufren tu fortaleza,
prenda dorada de tu perdón.
El cielo por la noche es todo
estrellas,
estrellas,
el cielo por la noche es todo
azul.
azul.
Y siempre nos parece, Virgen
Santa,
Santa,
el manto con que nos proteges Tú.
Si nubes nos ocultan ese manto,
sabemos con amor pensar en él.
La Virgen nos ampara si a los
cielos
cielos
miramos con los ojos de la fe.
Virgen de Gracia, Virgen María,
danos piadosa tu bendición,
el dulce premio de tus mercedes
que purifican el corazón.
Danos la palma de tu alegría,
con que cumplamos nuestro deber,
la fe que alumbre nuestro camino
con claridades de amanecer.
¡La luz que marque nuestro deber!