El gorrión siente lástima del pavo real, cargado así con su cola.
- Ese que habla tanto está completamente hueco, ya sabes que el cántaro vacío es el que más suena.
- La amistad es como la fosforescencia: resplandece cuando el mundo se ha ensombrecido en torno.
- La verdadera amistad es como la fosforescencia, resplandece mejor cuando todo se ha oscurecido. .
- La vida no es sino la continua maravilla de existir.
- Convertid un árbol en leña y podrá arder para vosotros, pero no producirá ya flores ni frutos.
- La noche abre en secreto las flores y deja al día que se lleve el agradecimiento.
- Deja que mi amor te rodee como la luz del sol, y que, aún así, te de libertad iluminada ¡Cómo pinta el deseo los colores del iris en las nieblas de la vida!
- ¿Qué es esto que así me aprieta el pecho?: mi alma que quiere salir a lo infinito, o el alma del mundo que quiere entrar en mi corazón?
- El hombre, cuando es animal, es peor que el animal.
- La vida fluye como los ríos y nadie puede bañarse dos veces en la misma agua.
- El silencio lleva en sí tu voz, como el nido la música de sus pájaros dormidos.
- Agradece a la llama su luz, pero no olvides el pie del candil que constante y paciente la sostiene en la sombra.
- La fe es el pájaro que canta cuando la aurora esta oscura.
- El que se ocupa demasiado en hacer el bien no tiene tiempo de ser bueno.
- Aunque le arranques los pétalos, no quitarás su belleza a la flor.
- Si lloras porque se ha puesto el sol, las lágrimas te impedirán ver las estrellas.
- Engarza en oro las alas del pájaro y nunca más volará al cielo.
- Cada criatura, al nacer, nos trae el mensaje de que Dios todavía no pierde la esperanza en los hombres.
- La tierra es insultada, y ofrece sus flores como respuesta.
- Como un mar, alrededor de la soleada isla de la vida, la muerte canta noche y día su canción sin fin.
- El verdadero modernismo está en la modernidad y no en la esclavitud del espíritu.
- No hay más que una historia: la historia del hombre. Todas las historias nacionales no son más que capítulos de la mayor.
- Al mirar a un joven no me admira la imperfección de su vida, sino la perfección de su juventud.
- Leemos mal en el mundo y después decimos que nos engaña.
- Agradezco no ser una de las ruedas del poder, sino una de las criaturas que son aplastadas por ellas.
- No es tarea fácil dirigir a hombres; empujarlos, en cambio, es muy sencillo.
- Gracias, Señor, porque no soy rueda del poder, porque soy uno de los que él aplasta. El perrito faldero sospecha que todo el Universo conspira para cogerle el sitio.
- La vida hace muchos de uno; la muerte, uno de muchos.