“Desde el momento en que amáis a alguien, instintivamente tratáis de acercaros a él, y esto es natural, no hay nada que objetar al respecto. Sin embargo, si llegarais a analizar lo que está sucediendo en este momento en el terreno de las emanaciones sutiles, comprenderíais que este acercamiento no es muy favorable para vuestro amor. ¿Por qué? Porque el espacio que separa los dos seres, este espacio que se cree vacío, está en realidad relleno de esencias muy sutiles que son conductoras óptimas de las energías psíquicas; gracias a este espacio los intercambios pueden realizarse en armonía y luz. Mientras exista una cierta distancia entre vosotros y el ser al que amáis, tenéis la posibilidad de intercambiar energías, y gracias a ellas, de fortaceleros el uno y el otro. Después de cada encuentro os separáis completamente satisfechos, os invade una felicidad extraordinaria, porque habéis sabido mantener esta distancia que os proporciona las mejores condiciones para continuar comunicándoos entre vosotros. ”
Omraam Mikhaí«l Aí¯vanhov